PUERTO HORMIGA, un viaje al pasado
Por Eduardo Pertuz.
Que fortuna tener un sitio como este tan cerca, lleno de hallazgos arqueológicos que datan desde hace 5.000 años; es la cultura Puerto Hormiga, cuna de la cerámica nacional. Para ese momento no existía el imperio Azteca, Maya, Inca, ni los Mocana.
Partiendo de la ciudad de Cartagena de Indias a 40 kilómetros hasta el corregimiento de Puerto Badel, al lado del Canal del Dique; un pueblo de pescadores, en el sitio del antiguo desembarcadero llamado Puerto Hormiga, a unos 400 metros de Puerto Badel, se encuentran una cantidad de montículos conformado por conchas marinas de molusco Pitar y Ostrea en su mayoría; caracol Malongena, fragmentos cerámicos, restos óseos de animales de presa, objetos líticos llamados conchal. Todo empezó en 1961 cuando el famoso antropólogo y arqueólogo colombo-austríaco Gerardo Reichel-Dolmatoff, descubrió y documentò el gran hallazgo arqueológico, la cerámica encontrada es una de las más antiguas de América.
Estudios científicos del hallazgo lo ubican 5.000 años al presente, le llamó la Cultura Puerto Hormiga, los habitantes de la zona eran recolectores y cazadores, su dieta principal eran moluscos de la costa, por eso eran los conchales que dejaban a su paso, la cerámica primitiva estaba conformada por arcilla y fibra vegetal por lo que no servía para cocinar por lo poroso, solo para contener semillas o para efectos fúnebres. Con este dato ya podemos intuir que era la transición entre el periodo Arcaico al Formativo, es decir, pasar de recolectores a sedentarios.
En la línea del tiempo, hace 5.000 años atrás, mientras aquí la Cultura Puerto Hormiga estaba recolectando moluscos, los sumerios en lo que es hoy Irak, estaban inventando la cerveza y la palabra ¡Destápala! Además de inventar la rueda; en Egipto se construía la gran pirámide de Keops, y en América florecía la civilización Caral en el norte de lo que hoy es Perú, Y el árbol más viejo del mundo con 5000 años, que se encuentra en las Montañas Blancas, en California (EE UU), de la especie Pinus Longaeva, apenas era un retoñito.
El mismo Gerardo Reichel-Dolmatoff años después siguió la ruta de los conchales, encontrando otra zona arqueológica a 8 kilómetros de Puerto Hormiga, la cual llamó Cultura Monsú, muy parecida a la anterior con diferencias sutiles en la cerámica, en dicha ruta de búsqueda llegó hasta Cartagena de Indias y Punta Canoa, hallando nuevos sitios los cuales llamó Cultura Canapote y Cultura Barlovento respectivamente. Entre la cultura Barlovento y Canapote pueden haber mil años de diferencia con la Cultura Puerto Hormiga, con Canapote y Barlovento ya con menos conchales y más signos agricultura precaria, como fue la siembra de yuca. Ya se estaban acercando al periodo Formativo.
La cultura Canapote habitó en lo que hoy es la margen occidental de la Ciénega de Tesca, como son los barrios de Canapote, La Esperanza, San Francisco, La Maria y todo el aeropuerto internacional Rafael Núñez. Donde hoy carretean los aviones, ahí mismo los de la Cultura Canapote seguro pescaban, cultivaban, se tiraban piedrecitas para enamorarse o se hacían visitas entre comadres a intercambiar noticias, eso si no ha cambiado en 5.000 años, el chisme.
Mis agradecimientos a José Luis Acevedo, representante legal del consejo comunitario de Puerto Badel, quien nos guió por la zona y mostró el pueblo.
Puerto Badel es un pueblo ribereño al lado del Canal del Dique, el corregimiento tiene 55 años de creado y debe su nombre a un gobernador del departamento de Bolívar de ese entonces, Donaldo Badel Buelvas.
Antes de llegar a Puerto Badel visitamos la vereda Recreo, atravesando el Canal de Dique.
Puerto Badel tiene un inmenso potencial ahora con el megaproyecto del Canal del Dique, para eso se están organizando, “bienvenido el progreso”, pero sin perder sus tradiciones ancestrales afrodescendientes tal como nos lo explica José Acevedo. Si todo les sale bien, serán prósperos, tienen arqueología, paseos por los canales en las ciénegas, tradiciones culturales, en la música el bullerengue y en la gastronomía un platillo típico llamado “matamarío” que contiene arroz con coco, pescado frito y con zumo de coco, y un ingrediente secreto que pone a las parejas muy activas, le preguntaré a los que más saben de especias en Colombia, a Spicarium, que descubra el secreto y así salvarles el matrimonio a varios amigos.