Opinión

Mis recuerdos con El Pily (Joaquín Villa Calvano)

Por: Patricia Berdejo

Llora el corazón cuando el buen amigo se va y la impotencia nos arropa ante el inevitable suceso. Formidables vivencias y exquisitas anécdotas con el amigo que queda anclado por siempre en mi alma, porque los recuerdos de su vida maravillosa prevalecen. Su existencia física hoy, por infortunio, se trunca, pero la fuerza de su espíritu y su incomensurable legado de amor y respeto habrá de mitigar cualquier asomo o sentimiento de tristeza que nos pueda embargar a todos aquellos que tuvimos la ocasión de percibir la magnitud de su nobleza y de su actitud solidaria ante cualquier escenario donde se requiriera colaboración inmediata. 

Presto a toda hora, a sus labores de  servicio comunitario, a las causas sociales,  a la atención de cualquier calamidad o emergencia y su invaluable aporte al buen funcionamiento del Cuerpo de Bomberos de Fundación y a otras entidades donde tuvo a bien colaborar desinteresadamente.

Al “Pily”, como cariñosamente le llamaban, lo conocí en el año de 1980 cuando juntos cursamos el último año de bachillerato en el Gimnasio Moderno. Era dueño, Joaco, de un talante muy serio, disciplinado caballero, estudioso, estricto y sumamente dedicado a sus deberes escolares y a cada compromiso que la vida le asignase. Admiración me causaba su entrega total a la faena de  verificación de que los asuntos públicos se ejecutasen con justicia y transparencia; expresaba sus divergencias con sólidos argumentos y nunca cesó en su lucha para que las cosas marcharan conforme a la rectitud con que se legislan. 

Yo no le hablo hoy como si estuviese escuchándome, ni mucho menos suponiendo que me observa desde otra inmensidad, simplemente expreso al pueblo de Fundación y a todos sus familiares, amigos y condolientes mi gratitud por habernos cedido la dicha de conocer y aprender el legado de un ser humano “excepcional”.

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  1. Eduardo Pertuz says:

    Gracias Patricia, con tus escritos logro conocer a las personas en su esencia, tienes esa facultad de describir desde el corazón. Un fuerte abrazo.

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