Hoy, San Juan del Cesar: Está de fiesta mi pueblo
Por: Hermes Francisco Daza
En el año 1954 Don Fernando Molina Manjarrez, obsequio la imagen de San Juan Bautista EL GRANDE la que hoy por hoy reposa en el templo que lleva su nombre.
“Lo alegre que no estará mi pueblo, amenizando la fiesta de mi patrón …” Inicio esta nota con esta frase con la que también comienza la canción oficial de las festividades patronales de San Juan Bautista a celebrarse hoy 24 de junio de 2022.
La icónica canción “Está de fiesta mi pueblo” del indio de oro Máximo Rafael Móvil Mendoza, que con orgullo cantamos los sanjuaneros para homenajear nuestra querida fiesta y que merecidamente fue acogida como su himno.
San Juan del Cesar es una tierra mágica donde somos excelentes anfitriones y al forastero se le hace sentir como en casa, es más, me atrevo a decir que somos en Colombia, el pueblo más hospitalario.
No solo somos tradiciones, parrandas y licor como muchos piensan, y en las fiestas patronales son muchas las actividades que podemos realizar hoy, gracias a nuestro rico entorno natural podemos invitar al visitante a salir a conocer el rio Cesar, el balneario El Totumo, Los saltos de la Peña y la Junta, el manantial de Cañaverales y el puente de Corral de Piedras; bellos sitios para disfrutar y darse un buen baño, sobre todo en esta época en la que el calor arrecia.
El visitante no puede dejar de probar nuestras exquisiteces culinarias, sancocho, guiso y friche de chivo, arroz de asadura, arepas de queso, de chicharrón, de surraspa o de asiento, sopa de arepa, conejo guisado, hígado en bistec, carne desmechada, bollo de mazorca, queso biche, bollos limpios y de queso, arroz de cerdo apastelao, carne pangá, carne molida, chicharrones, los tradicionales dulces sanjuaneros y mil delicias de nuestra culinaria raizal que no pueden dejar de probar.
Tierra de galleros
Se escucha el júbilo de los apostadores que resuenan entre paredes de un recinto, al tiempo que aplauden y comentan entre ellos sus apuestas, que van desde 500 mil hasta un millón de pesos.
Los gallos salen erguidos a la batalla campal y la gente emocionada aplaude al ver que las dos aves de corral comienzan a pelear.
Así podría recrearse una tarde de los galleros de San Juan del Cesar que abren sus puertas para recrear a los foráneos y pobladores de la región, que ven en la actividad una cultura popular. Cultura que solo podrían disfrutar en las gallerías de Palo Quemao (Checha Urbina), Los Orozcos (Enrique Orozco), Los naranjos (Elvis), El Reposo (Luis Manuel Daza Mendoza Q.E.P.D), 20 de Julio (Rafael Moròn Carrascal) y los Núñez (Joaquín Núñez).
Este dinamismo propio de esta región demuestra que San Juan del Cesar no solo es tierra de compositores sino también de galleros.
“Acá tenemos galleras donde se puede apostar desde 500 mil pesos o más dependiendo del tipo de pelea, y también tenemos gallerías donde desde hace tiempo se encargan del cuidado y alimento de los gallos ajenos o propios. La persona encargada de cuidarlos es llamada el cuerdero”. Comentó Juan Ramon Diaz Brito “Juanchon”, residente de San Juan del Cesar.
Gallerías, la otra cara de los galleros
Una cosa sí tienen claro los sanjuaneros, y es la diferencia entre galleros y gallerías. Ya que la primera es el establecimiento donde se pelean los gallos y la segunda los sitios donde se encargan de criarlos o cuidarlos.
Estas aves la mayoría del tiempo permanecen encerradas y bajo custodia del cuerdero.
Oración a San Juan Bautista
Gloriosísimo San Juan Bautista,
por el amor ardiente que tuviste al Niño Jesús y por la Santísima
dulzura que infundió en tu corazón con sus halagos; por aquellos privilegios que te concedió para hacer tantos milagros a favor de tus devotos,
te suplico te dignes favorecerme en todas mis necesidades con tu eficaz patrocinio y en particular te ruego me alcances
la gracia que te pido en este día.
¡Oh, glorioso San Juan Bautista,
muévete a piedad de esta alma
acongojada, que en ti puso sus
esperanzas; líbrala, te ruego, de sus miserias. ¡Oh, santo de los milagros!, alivia la congoja de mi corazón, y haz que yo viva aquí
como verdadero amante de mi Jesús, para poder gozar de Él en
el Cielo. Amén.
