San Joaquín, hermoso corregimiento de Mahates.
Por Eduardo Pertuz.
No exagero, desde que uno toma el ramal destapado de 11 kilómetros hasta el mismo pueblo, son paisajes hermosos. A San Joaquín lo aventaja que está al lado del Cerro del Capira, el inicio de los Montes de Maria, este corregimiento no llega a 300 casas, pero tiene un potencial enorme para el desarrollo turístico, esto se puede evidenciar al recorrer descalzo parte del refrescante arroyo Songó, que bordea el pueblo. En su trayectoria hay enormes árboles centenarios y formaciones geológicas como rocas sedimentarias que hablan de un pasado tumultuoso.
A El “Cerro del Capira” quieren convertirlo en un Parque Nacional Natural, lo han solicitado pero hace años están esperando respuesta; dicho cerro es el refugio de venados, monos colorados, monos tití, zorrillos, ardillas, oso cola de caballo y tigrillos, entre otros sin contar con las innumerables aves.
San Joaquín fue fundado por Ezequiel Martelo Pimienta, hace un poco más de cien años. Tuvimos la oportunidad entrevistar a su nieto Mario Martelo Herrera, curtido personaje de 95 años, quien entre risas nos contó que “su mujer le salió floja, porque apenas le parió 12 hijos.” Don Mario estando joven salía con diez burros cargados de yuca, plátano, palma y arroz, tomando al antiguo camino para Calamar que era en ese momento la metrópolis, el ferrocarril en su apogeo; y de regreso traía en sus burros sal, carne, a.c.p.m y aceite.
Grata sorpresa ver en las calles del pueblo unas casas con fachadas hermosamente decoradas, con murales muy pintorescos; por cierto, las únicas calles pavimentadas son obra de ellos mismos, entre todos se colaboran; muy berracos.
Como una “obra del Estado”, están terminado lo que será un centro de salud. San Joaquín tiene una sola ambulancia que fue donada por Alejandro Gaviria cuando fue Ministro de Salud, ojalá no se les dañe.
El pueblo es famoso por sus versos en décimas, sus decimeros destacados son Alfredo Martelo Escobar y su hermano( ya fallecido), Alejandro Martelo; la décima es un tipo de estrofa que solo existe en el idioma español, que tiene diez versos y fue inventada en España 1591 por el escritor, sacerdote y poeta Vicente Espinel, mismo que le puso la sexta cuerda a lo que sería la guitarra española.
Mis agradecimientos a William Yepes Polonia, Javier Martelo y todos los que colaboraron para este propósito. Nos recibieron con bollos de mazorca recién hechos, calienticos, queso costeño de la casa y suero, aprendí una virtud del suero: “lo que no compone el suero, no lo compone nada”, le da sabor a todo.
¡Que viva el suero no me joñe!