En el Ceibal, el mono Tití y su lucha por sobrevivir
Por: Eduardo Pertuz.
Mis hijos eran aún pequeños cuando visité por primera vez la hacienda El Ceibal, donde funciona la Fundación Proyecto Tití, a una hora de distancia de Cartagena, tomando la vía La Cordialidad; esta vez fuimos un grupo mayor, en compañía del guía, recorrimos la montaña para enterarnos de primera mano de todo el gran esfuerzo que hace la Fundación para proteger al famoso y hermoso monito. El Tití cabeciblanco (Saguinus oedipus), es una especie endémica de la región Caribe de Colombia, no existe en otro lugar del mundo y está entre los primates más amenazados del planeta, en los años ochenta se vieron al borde de la extinción, se lo llevaban por miles a U.S.A para estudios biomédicos.
La tarea es titánica, primero, convencer a los finqueros de no talar los bosques, y segundo, concientizar a las personas que no cacen a los monitos, no son mascotas. Por fortuna la Hacienda El Ceibal le concedió una montaña de bosque seco tropical donde la Fundación los mantiene monitoreados, protegidos y a buen cuidado, nos contaba Félix, nuestro experimentado guía, datos curiosos de dichos monos: físicamente hembra y macho se parecen, pero la hembra es la que manda, es la líder, la que organiza al grupo y la más “cantaletera”; esta similitud la hemos padecido muchos. La hembra por lo general tiene a su cría cargada en su espalda, con ella saltan de rama en rama, y los cazadores las apetecen para venderlas al mercado negro de animales exóticos, la cuestión es que la mamá Tití se hace matar por defender a su prole, es feroz, pero ante el arma del bandido cazador, es impotente, muere y pierde a su cría.
Como buen bosque seco tropical está lleno de vegetación, hongos y frutos como el guásimo, pepo o jaboncillo y otros que hacen parte de la dieta de los monos, como el pintamono, el patica de paloma, uña de gato, tomatillo o hueva de perro.
Pudimos observar también otras especies de primates: el Capuchino y el mono Colorado o Aullador. La vaina es así: el mono Colorado es amigo del Tití, pero no gusta del Capuchino, el Capuchino persigue al Tití, pero el Tití tiene un amigo que lo protege, el mono Colorado, y el Capuchino no se mete con el Colorado quien es el más grande de todos, y el Tití el más pequeño. Entre ellos se entienden.
Uno de los árboles más grandes de la zona es el “Macondo” y su peculiar flor parece de otro planeta. La serpiente que abunda es la boa constrictor, un depredador natural de los monos, mono que, de papaya… adiós.
Felicitaciones a la Fundación Proyecto Tití, a su directora Rosamira Guillén, primatóloga y conservacionista colombiana y a todo su equipo de trabajo por este incansable esfuerzo, mi apoyo, admiración y respeto. Excelsa atención en El Ceibal de Sandra Cabarcas.