Falta de políticas rurales y mano de obra envejecida hacen que ganaderos del Cesar se vuelvan comerciantes
En los últimos años la participación de la actividad económica “agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca” en el producto interno bruto (PIB) del Cesar ha venido decayendo, como un reflejo de lo que se registra en el país. El mayor crecimiento económico registrado por otras actividades que, a comienzo del milenio la secundaban, como el comercio y la administración, hoy lo superan.
Así se concluye en el libro Caracterización de la pequeña y mediana ganadería bovina del departamento del Cesar, del profesor Omar Camargo Rodríguez, médico veterinario y zootecnista de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien realizó 1.025 encuestas, correspondientes al 10,88 % de la población objetivo: los ganaderos medianos y pequeños del Cesar. El cuestionario incluyó 215 preguntas subdivididas en 11 grupos de consulta, entre los que sobresalen temas socioeconómicos, zootécnicos, sanitarios, empresariales y ambientales.
Uno de los encuestados fue Julio César Lozano Mejía, director ejecutivo de la Federación de Ganaderos del Cesar (Fegacesar), quien asegura que “esta situación se da especialmente porque no hay políticas de Estado bien claras y definidas para este sector. En la Gobernación del Cesar carecemos de programas y proyectos productivos de gran alcance para nuestros ganaderos”.
A esto se suma que la mano de obra rural está envejecida. Según los datos recopilados por el profesor Camargo, el 65 % de la mano de obra rural está por encima de los 60 años, o sea que el campo está envejecido, y lo peor es que no hay relevo generacional.
Otro hecho que incide en esta problemática es que la inseguridad se está tomando nuevamente los campos del Cesar, evidenciada en abigeato o hurto de ganado y secuestros a ganaderos.
Según el Censo Pecuario ICA 2023, en el Cesar hay 3.276 fincas productoras, es decir las que poseen entre 1 y 100 cabezas. Además señala que la población bovina del país está distribuida en 620.807 predios y totaliza 29.642.539 animales. En porcentajes –similares a los del año pasado–, el 69,1 % del ganado bovino se concentra en diez departamentos: Antioquia (11,1 %), Córdoba (8,1 %), Meta (7,8 %), Casanare (7,7 %), Caquetá (7,2 %), Cesar (5,7 %), Santander (5,7 %), Magdalena (5,7 %), Cundinamarca (5,1 %) y Bolívar (5,0 %).
Otros hallazgos
La encuesta de caracterización de los sistemas de producción ganaderos del departamento del Cesar realizada por profesionales de la UNAL en los 25 municipios del Cesar también concluye que el uso que la ganadería bovina hace de los suelos del Cesar ganadero (43,7 % del área departamental) triplica con creces el área a la que, según sus características geomorfológicas (vocación), se debería restringir (13,07 % del área departamental).
También evidencia que el Cesar tiene una aptitud ganadera mejor dispuesta hacia la carne que hacia la leche, y que el inventario bovino del departamento, que creció en la primera década del nuevo milenio, se derrumbó en la segunda, aunque a partir de 2016 ha venido mostrando signos de recuperación.
Este comportamiento, junto con las mejores tasas de crecimiento registradas por otros departamentos, le ha valido al Cesar pasar del cuarto lugar en el escalafón nacional por departamentos, del que gozaba a comienzos de milenio, al noveno lugar.
Valledupar, San Martín, Agustín Codazzi, Aguachica, La Gloria, Chimichagua y Chiriguaná representan el 51,4 % del hato bovino departamental, y junto con San Alberto, Astrea, Curumaní, Bosconia, Becerril y El Copey, el 80,15 %.
Por su parte Bosconia, con 229 animales, es el municipio con más bovinos por predio, seguido por San Martín (156), Valledupar (132), Codazzi (129), El Paso (129), Gamarra (128), San Alberto (125), San Diego (117), Chiriguaná (115), Becerril (105), Aguachica (103) y La Gloria (103).