Danilo Villafaña, el Defensor de la Sierra
Por: Yanitza Fontalvo Díaz
A Danilo Villafaña lo conocí en una situación incomoda cuando mientras trabajaba en El Tiempo hice una nota sobre un indígena cuya mujer había tenido trillizos, expresó que sólo uno era de él, los otros no. Me pareció curiosa su posición y realicé la noticia que en su momento se hizo viral.
En sus redes sociales Danilo visiblemente ofendido manifestó que esa noticia era una afrenta contra los indígenas y que entablaría demandas en mi contra.
Lo contacté y me citó en el Centro Comercial, quiería que conociera más de su etnia.
Fui con el temor que me causaba encontrarme con un personaje bravo e irracional, lejos de eso me recibió un hombre agradable, que me habló con mucha sabiduría sobre los aruacos y su filosofía. Me invitó a Nabusimake en las entrañas de la Sierra Nevada lo cual acepté gustosa. Ese día llevó a Bruce Mac Master Director del Departamento para la Prosperidad Social, gobernador del Cesar Luis Alberto Monsalvo y Fredys Socarrás alcalde de entonces, y unos funcionarios de presidencia que llegaron en helicóptero. Mientras el decidió llevarnos por tierra a mi camarógrafo José Luis Pérez y a mi, que haríamos un especial para el Canal El Tiempo y el periódico El Tiempo. Advertí el respeto con que lo trataban los indigenas mientras que a nosotros nos miraban con desconfianza. “Si están conmigo están seguros”, nos dijo varias veces.
Allá conocí a su hermano Amado Villafaña que ha recorrido el mundo con sus fotografías y documentales de la población indígena.
Ese día me habló de su compromiso con la Madre Tierra, el Medio Ambiente y el Cambio Climático, me contó su historia como lo sacaron abruptamente de su entorno cuando tenía unos 10 años porque su papá quería que estudiara en Santa Marta, lo duro que le dio el ruido de los vehículos, se tapaba los oídos con terror y que lo peor fue la comida, acostumbrado a comer yuca, guineo y alimentos muy básicos. Arrugada la cara porque la comida condimenta le era insoportables. Estudió en Santa Marta, Bogotá y varios países, se convirtió en asesor presidencial y sus amigos eran presidentes, ministros y congresistas. Fue reconocido por el Ministerio del Interior como Cabildo Gobernador Arhuaco de la Guajira y el Magdalena. Me dijo una frase que no olvidaré, “De nada sirve tener amigos en el Gobierno, si no tienes proyectos”.
Y el hizo muchos para beneficiar a su pueblo.
Siempre me lo encontraba en eventos en los que venía el presidente y me saludaba con cariño, la última vez intenté acercarme a Iván Duque como periodista y sus escoltas me lo impidieron mientras que ví a Iván Duque buscar a Danilo entre la multitud y bajó a saludarlo. Ese día le dije apenas te vea me pego a tí, tu eres mi llave de entrada. “Commigo estás segura”, me volvió a decir. Mirandome con orgullo y galantería.
No sólo el pueblo Arhuaco perdió con su absurda muerte, también Colombia perdió un gran valor humano y el mundo un líder en medio ambiente.