Fundación Casa Barco “Donde los niños navegan a través de sus sueños y cuentan sus historias”: María Laura Quintero Dangond, Mujer CAFAM Cesar 2024
A sus 35 años María Laura Quintero Dangond recibió la noticia de su nominación a Mujer CAFAM 2024 en medio de una emoción desbordante y una satisfacción por el deber cumplido y con la proyección de que hay mucho por hacer. “Sueño con un gran barco porque hemos visto el progreso y la transformación de los niños a través del arte y quiero que este modelo se replique en todo el país porque tiene un gran impacto”.
Soñando en grande, María Laura recuerda los inicios de Casa Barco; después de haber participado como Señorita Cesar en el Concurso Nacional de Belleza en 2011, terminó sus estudios de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales en la Universidad Externado de Colombia, se perfiló y ha trabajado como actriz, modelo y presentadora, sin embargo, en medio de su rol, comenzó a sentir esa necesidad de crear empresa para apoyar a la niñez y la juventud cesarense, pero con los deseos inmensos de regar la semilla por todo el país.
Así nació la agencia Elenco a través del cual apoyó a decenas de jóvenes a generar ingresos a través de su talento para las artes. “Así me di cuenta de la necesidad de cubrir a la población infantil, a esos niños vulnerables que tienen ganas de salir adelante pero no cuentan con el apoyo suficiente para hacerlo, yo me preguntaba: si yo tuve la oportunidad de estudiar y tener acceso a las artes, qué pasa con estos niños que no tiene esa posibilidad, qué tal si un niño nunca tocó un pincel y resulta que se perdió un Picasso, entonces ahí empezó la inquietud y me fui a los barrios con los jóvenes que venía apoyando desde la agencia, ellos dictaban las clases y llegó un día en que empecé a cuestionarme lo que estaba haciendo porque no tenía manera de hacer un censo y medir el impacto que estaba generando en esa población”.
Durante esa primera fase de emprendimiento en una Navidad, María Laura Quintero tuvo la oportunidad de llegar al barrio Bello Horizonte de la capital del Cesar y en compañía de la Policía se dispuso a entregar regalos a los niños, la actividad se vio empañada por un enfrentamiento entre ladrones y policías en la que se presentaron disparos ocasionando un caos, “ Tuvimos que tirarnos al piso en una tienda y salir corriendo al vehículo de la Policía para resguardarnos y yo miraba a los niños y los veía tan tranquilos porque ya ese tipo de situaciones las han normalizado porque es su diario vivir , realmente eso fue lo que me llevó a ir más allá de la agencia Elenco y abrir la oportunidad de transformar la realidad de niños y jóvenes de esos barrios marginales y un día desperté con esa inquietud, creo que fue Dios quien me dio la idea, así que le conté a mi mamá y le dije que quería poner la casa al servicio para que funcionara como la escuela de esos niños”. María Laura se refiere a la vieja casona de sus abuelos que desde los años 50 fue conocida como el barco no solo por su fachada sino por la infraestructura interna que asemeja a la de uno de estos grandes vehículos fluviales. Allí funcionó por mucho tiempo el primer noticiero local de Telecaribe, TV Valledupar que por muchos años gerenció su mamá María Elisa Dangond. Fue así como en 2015 abrió las puertas la Fundación Casa Barco, que desde su creación ha atendido a más de 700 niños y jóvenes , que reciben clases de teatro, danza, música, coro, guitarra, percusión, flauta, manualidades, pintura y dibujo.
“Cuando creamos la Fundación busqué nombres y no veía lo que tenía enfrente, pero comenzaron a llegar ideas, mi canción cristiana favorita que es la misma de mi abuela ya fallecida, Graciela Molina, es El Pescador , que cuenta la historia de un hombre que va en una balsa dando testimonio y contando historias, además vino a mi mente la frase ‘Todos los barcos en puerto están seguros, pero no se hicieron para eso’ al igual que la creatividad de nuestros chicos, ellos tendrán que zarpar, encontrarse con todo lo que ofrece la aventura en el mar y en medio de eso, demostrar y engrandecer sus talentos, por eso este es el barco en el que los niños van a navegar a través de sus sueños y a contar sus historias”, dice María Laura, quien a pesar de los años que lleva al frente de este organismo, sigue emocionándose con cada logro.
Los jovencitos también tienen la oportunidad de estudiar ilustración gracias a un convenio con la Fundación Universitaria del Área Andina que puso a disposición uno de sus salones, donde los chicos tienen la oportunidad de manejar tabletas digitales con lápices y realizar maravillosas ilustraciones.
“Ellos se sienten universitarios, así lo dicen algunos cuando llegan a sus casa emocionados porque tienen la oportunidad de manipular aparatos de moderna tecnología que ellos nunca imaginaron: ‘soy universitario, le dijo uno de los niños a su mamá porque había manipulado unos computadores que tenían una manzanita como los de la televisión’ ’’ , cuenta esta joven que por su invaluable aporte social hoy está nominada al premio Mujer CAFAM 2024 en representación del departamento del Cesar.
El trabajo que esta joven vallenata está haciendo por la niñez y la juventud vulnerable de este territorio es de alto impacto porque no solo llega a esta población sino que tiene un acercamiento con los padres de familia, quienes han entendido la importancia de este trabajo social que les ha cambiado y transformado la vida.
“A los padres de familia los hemos vinculado en ese proceso de transformación sabemos que Valledupar está entre los primeros lugares de pobreza monetaria extrema y que es importante brindarle oportunidades de generar ingresos para sus familias. Así que nos dimos a la tarea de conseguir las maquinas del Centro de Emprendimiento de Valledupar y con el apoyo del Sena lo logramos que se dicten capacitaciones, ya tenemos a más de 250 mujeres y hombres trabajando en confecciones”, dice con orgullo esta joven mujer que asegura que cada paso es una motivación más para seguir adelante. “Tenemos el proyecto 360 que es donde desde Casa Barco los niños diseñan las telas y los padres se involucran diseñando los productos como bolsos, cartucheras, cosmetiqueras y bolsitos manos libres”.
La Fundación Casa Barco también cuenta con el apoyo de la Corporación Mundial de la Mujer que les ofreció capacitación en moda sostenible, economía circular que les ha permitido elaborar maletines y bolsos de jean reciclados . “A través de este proyecto 360, las mamás generan ingresos y los niños aprenden el ciclo productivo del arte y son conscientes que de eso que están haciendo a futuro les va a representar mucho”.
La Fundación Casa Barco no es una escuela corriente, es una familia que se construye y se forma desde los valores, allí las calificaciones no son numéricas, nadie se gana un uno o un diez por lo que hace, en ese lugar se trabaja la metodología de los valores, se califica la disciplina, la motivación, el amor, el compañerismo, la solidaridad, el respeto, “Porque sabemos que son niños que no están listos para entrar en competencia entre ellos por un número sino que cada uno lleva un proceso individual para crecer como personas y ante todo le enseñamos los valores” .
Los logros durante todo este tiempo, en el que han pasado dos generaciones, han sido significativos, los niños llegan desde 7 años y al cumplir los 17 deben abandonar el proceso, sin embargo, muchos no lo hacen porque para ellos Casa Barco se convierte en su familia, “Ha sido impresionante el amor que sienten, el sentido de pertenecía, cumplen los 18 y no se quieren ir, regresan y les digo que y están en otra etapa como voluntarios, porque esto se convirtió en una familia para ellos, en ese refugio al salir de sus barrios y nosotros hemos sido testigos de su transformación”.
El caso más reciente de Casa Barco es testimonio de lo que el arte, la motivación, y los procesos de transformación surten efectos impactantes en la vida de los niños y jóvenes, “Tenemos un caso reciente de un niño de 14 años que encontramos en la calle desescolarizado, mi mamá que es mi gran apoyo en esta obra social, lo conoció en la calle y lo trajo, era un niño muy difícil para que se integrara con los otros porque tenía un mal comportamiento pero no desistimos y ahora ya está escolarizado, ya está avanzando en el proceso de alfabetización y va a hacer su primera comunión, ha tenido un cambio de actitud impresionante y sabemos que si no lo hubiésemos rescatado, estaría en las calles en las drogas, definitivamente es un caso de éxito rotundo del impacto que tiene Casa Barco en los niños “, relata feliz su creadora.
Al recibir la nominación solo dice sentirse honrada y orgullosa de ser vocera de niños y jóvenes no solo del Cesar sino de Colombia, porque afirma que esta es la población más olvidada y las grandes víctimas del país, con conocimiento afirma que solo atendiéndolos se puede lograr dejarle un mejor país a ellos y a las nuevas generaciones de colombianos . “Desde Casa Barco los niños comienzan a ver el mundo desde otras perspectivas, aunque sabemos que no le podemos cambiar su realidad pero sí le podemos transformar la manera cómo ven la vida y ese es un paso gigante a la dignificación de ellos como seres humanos y este barco seguirá navegando junto a ellos”.