Opinión

Día de la Mujer: ¿Motivo de negocio o clamor de libertad y equidad?

“El hombre es la medida de las cosas”, así como el hombre del renacimiento buscaba la comprensión de su mundo, la mujer busca la reconstrucción de su ser.  El Universo la rodea por todas partes y ella comprende que sólo puede conocerlo desde sí misma. Sólo conociéndose ella.  Con la fuerza que le dio el dolor, con la valentía que le dio el volver a levantarse y el temple que le dio el reconocerse, la mujer se mide y mide al mundo, ensanchando su horizonte. (Emilio González Cabeza).

 Por: Yarime Lobo Baute

Conmemorar el Día de la Mujer nace de una historia muy distinta a la felicidad, viene de una historia trágica de sangriento final que sacó a la luz el abuso, la explotación y la impunidad como determinadores y causantes de la muerte de 146 mujeres, algunas quemadas y otras muertas porque se arrojaron ante el temor de las llamas.

El 8 de Marzo jamás se pensó para conmemorar a las mujeres bonitas, amables, de buena familia, con “sex-appeal” y estado económico boyante. ¡No, señor! Este cuento no va por ahí, ese día obedece a algo muy distinto a lo que se ha pretendido hacer una oportunidad de negocio.

Ese día tiene varios significados, uno de ellos es que es un Día de Luto que trae al recuerdo a aquellas mujeres revolucionarias, indecentes, no religiosas furibundas, las indignadas, las migrantes y de baja escala social…las que pedían mayor equidad en la vida conyugal y en la productividad.

Que sea el mes de Marzo el mes seleccionado para conmemorar a la mujer no es un asunto de capricho o de azar, es una fecha emblemática que se originó en EE.UU, en concreto en Nueva York gracias a la lucha de valientes mujeres que reclamaban sus derechos de manera insistente desde 1857 y se hizo latente el clamor en 1908 gracias al incendio de la fábrica Triangle Shirtwais en el que, debido a la falta de medidas de seguridad, murieron 146 trabajadores, la mayoría mujeres que tristemente sirvieron para darle piso y peso a más de 15.000 mujeres que exigieron en las calles de la Gran Manzana mejoras salariales, derecho al voto, reducción de jornada y condiciones laborales dignas. 

Al otro lado del mundo, en Alemania pasaba otro tanto, en 1910 se propuso que cada año se conmemorase el Día Internacional de la Mujer para recordar a la sociedad las demandas pendientes del colectivo feminista solicitud que fue aprobada por más de 100 mujeres de 17 países pertenecientes a sindicatos, partidos socialistas, asociaciones de trabajadoras y las tres primeras mujeres elegidas en el Parlamento de Finlandia. 

En 1977, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó el 8 de marzo como Día Internacional por los derechos de la Mujer y la Paz Internacional. En 1995 se firma La Declaración y la Plataforma de Beijing, una hoja de ruta histórica firmada por 189 gobiernos hace 23 años, que estableció la agenda para la materialización de los derechos de las mujeres.

En el 2014 La 58 Sesión de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW58), se reunieron para abordar el tema de la igualdad de género, se centró en los «Desafíos y logros en la aplicación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para las mujeres y las niñas». Las entidades de las Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales (ONG) acreditadas por ECOSOC debatieron sobre los avances realizados y los retos pendientes para cumplir los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio.

¿Cuál es entonces el sentido de esta fecha que, año tras año, vemos cómo se transforma por acción del mercado y la publicidad en un día de negocio en el que se entregan detalles como regalos, chocolates y flores, que los hombres ofrecen para adular y coquetear; estímulos y presentes que las mujeres reciben sin reflexionar perdiendo así su origen histórico, social y político, que tiene una fuerte carga de pesares que aun reclaman atención y cumplimiento?  Esta es una fecha propicia para discutir sobre la situación de miles de mujeres colombianas, cuyos detalles, si es que los hay, solo son recibidos en la última morada.

¿Se ha reflexionado sobre cómo a las mujeres en Colombia nos ha tocado librar una verdadera revolución cultural a lo largo del corto siglo XX y XXI?

Ha sido una revolución silenciosa que no ha necesitado de apretar gatillos para sacudir rígidas estructuras sociales, sino que se ha tejido poco a poco en la cotidianidad y en la intimidad. Pasar de tener diez o más hijos a tener tres, dos, uno o ninguno, indica en cómo se comienza a ejercer el derecho sobre el cuerpo, el sexo y la reproducción, ha traído, sin duda, cambios estructurales y culturales en las sociedades contemporáneas.

Son muchos los obstáculos que aún faltan por saltar para continuar el camino que permita lograr una plena libertad y autonomía, el mayor obstáculo sea quizás la invisibilización de la mujer como un sujeto en igualdad de condiciones que los hombres en la vida social y política. Dicho desconocimiento se manifiesta en formas escuetas de agresión como la calumnia, la difamación, estigmatización, el abuso sexual e incluso llega al asesinato, hoy en día reconocido como feminicidio.

Son miles y millones de mujeres anónimas en las principales ciudades del país, así como en los abandonados rincones rurales, las maestras, las obreras, las desplazadas, las madres jóvenes, las abuelas solitarias y tantas otras más, una Día de la Mujer no es un día de fiesta, de detalles  y celebraciones.

Es un día de conmemoración, de pesares y de reconocimiento sobre el lugar de la mujer en nuestra sociedad, para que algún día, ojalá, nuestras hijas y nietas puedan celebrar la vida que se puede gestar en el vientre femenino y no sea necesario destinar una fecha precisa para las mujeres, pues ellas habremos alcanzado el estatus pleno de seres humanos en condiciones de libertad y equidad.

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