Otra mirada al Eje Cafetero
Por: Eduardo Pertuz.
Al mencionar los municipios de Salento y Filandia; al Valle del Cocora y el Parque del Café; se nos viene a la memoria esa bebida que nos representa en el mundo, el café en todas sus variantes.
Desde cualquier punto cardinal en que enfoques tu mirada, la belleza es exuberante; en cualquier lugar donde te ubiques, las fotos y los paisajes son singulares, pueblos coloridos, gente amable; flora y fauna en constante evolución.
Esta vez, recorrimos una ruta distinta, senderismo de media montaña con bosques andinos y de palma, fueron 13 kilómetros de circuito, nivel 2 y 3 sobre 5, caminamos durante 7 horas por caminos muy accidentados, acompañados por nuestro ameno y alegre guía, Andrés. Hicimos avistamiento de aves, cruzamos cinco puentes colgantes sobre quebradas caudalosas, hermosos hongos a nuestro paso. Jamás había tenido la ocasión de ver al majestuoso cóndor de Los Andes volando a sus anchas, lo superábamos en altura, por lo que fue fácil contemplarlo sobre el Valle del Cocora. Hasta el mismísimo guía se mostró sorprendido por la suerte que tuvimos de poderlo vislumbrar.
Cerca al municipio de Calarcá, vivimos la experiencia de poder visitar al Domo de Aves y al Jardín Botánico con su mariposario; increíble la cantidad de colibríes y mariposas de todos colores y tamaños: ¡qué lujo de belleza natural!
Caminando y explorando por todos estos maravillosos sitios, reflexionaba lo siguiente: “Vivimos en un mundo convulsionado e inmersos en conflictos y agonías, negándonos otras perspectivas y pensando que es la gran realidad planetaria, nos sumergimos en preocupaciones, angustias y zozobras cotidianas, muchas veces exageradas; y creemos que eso es lo único que existe, cuando bien podríamos encontrar otras alternativas.
Vivir a plenitud en este universo, debería volcarnos a observar las maravillas de la creación, ser conscientes que el color de un ave, de una mariposa, los sonidos del bosque, los aromas de la flores y sabores de los frutos, compartir una amistad sincera, comprender el amor universal…debe ser un propósito de vida. El tiempo no perdona y no amerita perderse en lo que no podemos resolver.
Vive la vida, descubre el planeta, experimenta, pósate en un espacio al aire libre y “aclara la vista”, obsérvalo detalladamente y empezarás a vivir de otra manera, sé por qué te lo digo.