Picnic literario, otra forma de disfrutar de la lectura

Por: Lida Mendoza Orozco
A pesar de que trabajar el tema literario en el Cesar no ha sido tarea fácil, cada vez va ganando espacios y se ha logrado posicionar no solo por la producción como tal, la presentación de libros de poesías, cuentos y novelas, sino que poco a poco ha ido escalando hasta convertirse en un movimiento cultural que sobresale con el desarrollo de actividades de interés para todos.
Así nació el Picnic literario, que comenzó el el Portal de los árboles, ese bello corredor ubicado entre la Escuela de Bellas Artes y el Palacio de Justicia.

El Picnic literario no es más sino un espacio de integración abierto donde se disfruta de lectura en voz alta, exposición y venta de libros de autores de la región y artesanías, mientras disfrutas de la compañía de versados en el tema que conversan animadamente con los participantes, haciendo de este, un momento mágico de aprendizaje y retroalimentación.
Este año, el picnic literario se llevó a cabo en el Parque de la Vida, poniéndole un toque especial por el entorno verde y el amplio espacio para que las familias disfrutaran de lectura.
La actividad es organizada por el destacado poeta César González de Manjol Ediciones, y allí participaron las poetas Tannia Durán Quintero y Luz Yaruro Alvernia; los escritores Miguel Barrios Payares de la Fundación Nuestras Voces, Félix Molina Flórez, William Jiménez de Terrear Ediciones, así como representantes de la Asociación Nacional Guachinacal, Colectiva Cultural del Cesar, Cesar libre de fraking, entre otros poetas, narradores y novelistas.
Es hora que los gobiernos brinden mucho más apoyo para la realización de este tipo de actividades culturales que tanta falta le hace a la sociedad, que en los últimos años se ha sumergido en un mutismo frente a las pantallas de aparatos tecnológicos que van tomando algún protagonismo ante los libros, a pesar de que estos últimos nos ofrecen un mundo de maravillosas oportunidades, su olor, la fascinación de pasar las hojas, disfrutar de imágenes, fotografías o dibujos y palparlos, rayar o destacar frases o párrafos que nos impacten, no se compara con la fría pantalla.

Este tipo de actividad es un esfuerzo quijotesco por parte de sus creadores, quienes gestionan buscando apoyo y en muchas ocasiones encuentran puertas cerradas, sin embargo el amor al arte es más fuerte y avanzan en medio de las adversidades hasta alcanzar la meta: acercar más a la gente con los libros, remansos de paz y sabiduría universal.
Patricia Berdejo says:
Salva de aplausos a los organizadores de Picnic Literario, fomentando cultura y construyendo sociedad.