‘El cambio es sin pólvora’: campaña del ICBF Cesar para proteger y reducir al máximo las lesiones por pólvora
El mensaje en esta temporada decembrina del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar es para que no se haga uso de pólvora ni en los hogares ni en los barrios, con el fin de evitar que niños, niñas, adolescentes y jóvenes resulten lesionados en esta Navidad y fin de año.
Gabriel Castilla Castillo, director del ICBF en el departamento del Cesar, conminò a las autoridades, Gobernación y Alcaldías, para que además de expedir el decreto de regulación frente al uso irresponsable de la pólvora, también se adelanten medidas de articulación que permitan actuar de manera preventiva y/ o para verificación y atención de posibles casos. “Este es un trabajo que hacemos año tras año, junto a los entes territoriales, sus sectoriales de salud, Policía, instituciones competentes y en nuestro caso, desde las diferentes atenciones de ICBF accionamos en prevención” señaló el funcionario.
Entre diciembre de 2021 y enero de 2022 fueron seis los menores de edad que resultaron lesionados por manipular pólvora en el departamento del Cesar, de acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Salud (INS) en los municipios de La Gloria, Río de Oro, Agustin Codazzi ( 2) , Bosconia y Valledupar, mientras que en los primeros días de diciembre de este año se reporta un menor quemado con pólvora en el municipio de Pelaya.
“Es lamentable que tengamos que ver estas noticias, que nuestros niños y niñas tengan esa marca para toda la vida, es triste, por parte de las instituciones la ruta se ha activado y se brinda la atención con los equipos dispuestos para ello, pero de verdad hay que tener conciencia, ‘el cambio es sin pólvora’» señaló el funcionario, quien hizo el llamado a los padres de familia para que estén más atentos de sus hijos durante las celebraciones decembrinas.
“Los padres de familia y cuidadores son los primeros responsables del cuidado y protección de los niños; permitir que usen o manipulen pólvora también es un tipo de violencia física y psicológica, ya que existe el riesgo permanente de sufrir lesiones, mutilaciones o incluso la muerte. La alegría de un adulto no puede ser la tristeza de un niño, hacemos un llamado a la responsabilidad; para hacer una celebración responsable y tranquila”, concluyó Castilla Castillo.